¿Quién entiende la factura de la luz y del gas?
A efectos económicos, sí, la entendemos. Entendemos que tenemos que pagar, pero cuando nos metemos de lleno en los datos… José Luis Sancha, autor del libro Presume de entender (a fondo) las facturas del luz y del gas, y especialista en el sistema energético español.
El libro, con 220 páginas, explica exhaustivamente el sistema energético de nuestro país, que es al fin y al cabo, lo que se refleja en nuestras facturas. Como no entendemos, nos quejamos porque pensamos que nos están engañando para que paguemos más, pero es notable destacar que hubo un tiempo en el que la factura era más compleja (aún), que la de nuestros días.
Sancha dice que en toda factura deben aparecer cinco factores por los que estamos pagando, lo que él llama «la regla de la mano izquierda»:
- Una primera parte que hay que pagar se consuma o no
- Lo que pagamos según lo que consumimos (lo que aparece en nuestro contador que se multiplica por el precio de la energía)
- El alquiler del contador
- El impuesto específico de la luz o del gas
- El IVA
También ha explicado conceptos como el peaje de acceso, situado en la parte de abajo de nuestras facturas. Es el término por el cual se nos identifica como consumidores. Todos tenemos la tarifa 2.0A. Los consumidores que aprovechan la tarifa nocturna, que es más barata, tendrán la 2.0DHA (la DH, indica discriminación horaria).
Otro de los términos que ha explicado es la condición PVPC (Precio voluntario al pequeño consumidor). Si no tenemos esto, significa que hemos contratado nuestra luz o gas con un comercializador libre, por lo que alguno de los cinco términos se paga de forma diferente, no están regulados de la misma forma.
Aunque parezca mentira, el secador del pelo o la plancha consume mucho más que la lavadora. Que podamos utilizarlos a la vez depende de la cantidad de kilovatios que tengamos contratados al año. El consumidor español medio tiene 4 kW. Con esta potencia, podemos poner electrodomésticos que consumen mucho, como la plancha, el secador, el horno… pero no a la vez, porque entonces saltarán los plomos.
Sancha nos aconseja hacer un consumo eficiente de energía, y contar con electrodomésticos que lo sean. Al año, podemos conseguir ahorrar 50 euros si rebajamos un kilovatio (de 4 a 3). También, si le damos mayor peso a la tarifa nocturna, conseguiremos no pagar tanto.